Si el acoso es tu opción, la autodefensa es NUESTRA solución
- locasdelconoradio
- 23 may 2019
- 4 Min. de lectura
Abrir un documento en blanco, mirar la pantalla e intentar escribir sintiendo que no te ha pasado, que quizás no debas ser tu la que escriba en nombre de otras.
Pensar un poco más...quizás si te pasó y lo obviaste, quizás solo fue un acto cariñoso, un simple masaje en la espalda de él, tu asesor de prácticas laborales, a lo mejor me noto tensa o pensó que me era difícil entender sus indicaciones y quiso ayudarme, pero finalmente tendría que haberme dado orientaciones más específicas, yo no estaba ahí para recibir cariño; Ir al espacio donde grabas hace algunas semanas el programa radial que hace parte de tus funciones laborales, quien maneja la emisora y hace controles siempre se ha mostrado amable pero este día te hace insinuaciones sexuales, la puerta está cerrada, no hay nadie más, le tienes que manifestar no una, sino varias veces que ni él, ni sus insinuaciones te interesan, logras salir después de exigirle varias veces que te abra la puerta, no quieres volver sola a ese lugar, no quieres volver a ese lugar.
Me quede callada, la verdad creo que me sentí avergonzada, han pasado muchos años y ahora tengo otras herramientas, ahora se que fue acoso, se que se sienten impunes, se saben privilegiados.
Hace pocos días una amiga se vio obligada a renunciar al trabajo, era acosada por su jefe, la situación se le hizo insoportable cuando evidencio que sus compañerxs tenían prohibido hablarle, guardarle sus pertenencias, apoyarla en sus labores y ella solo había demandado que se le pagaran unas prestaciones atrasadas; otra mujer que se desempeñaba como empleada de servicios varios renunció a su empleo harta de los gritos de su jefa que se habían vuelto una constante, mi vecina formada en fisioterapia y masajes renunció a su empleo y decidió estudiar otra cosa pues los clientes en el centro en que trabajaba la acosaban sexualmente, haciéndole insinuaciones, aprovechando las consultas para intentar manosearla, no valió que ella y otras compañeras denunciarán ante sus superiores, deben saber manejarlo era la respuesta.
Lo que empezó como una denuncia desde un reconocido periódico Neoyorquino contra el productor Harvey Wenstein por acoso sexual, fue tomando fuerza hasta convertirse en el Hashtac #MeToo, donde miles de mujeres a nivel mundial se han sumado con denuncias en ese y otros escenarios como la producción musical, las ciencias, la academia y la política.
En Colombia el movimiento no tomó la fuerza que en otros países, pero hubo algunos casos que generaron mucha controversia, mujeres que llamaron nuestra atención como Kelly Johana Sierra, Teniente de la Policía, quien denunció ser violada por uno de sus superiores, y a quien la institución le pedía quedarse callada, la periodista Claudia Morales denunció que fue violada por su jefe años atrás y continúa callando su nombre por temor a poner en riesgo su vida y la de su familia.
Dos de las jugadoras de la selección colombiana de fútbol sub 17, hicieron recientes denuncias de abusos laborales y sexuales al interior del plantel, se sumo la exfisioterapeuta de la selección y el caso ahora está siendo tramitado por la fiscalía.
Y podría continuar, y lo peor es que evidenciaríamos que toda mujer ha sido o puede ser objeto de acoso laboral y/o sexual en algún momento de su vida, no importa el lugar que habite, ni el color de su piel, ni su condición económica, ni sus creencias, solo el hecho de ser mujer.
Sabemos que el acoso laboral y sexual está tipificado en la legislación colombiana (art. 210 A del código penal, Ley 1010 de 2006, sentencia SP107 de 2018), que hay sanciones ante este delito, que las y los empleadores deben establecer mecanismos de prevención de las conductas de acoso laboral y un procedimiento interno, confidencial, conciliatorio y efectivo para superar las que ocurran en el lugar de trabajo.
También somos conscientes que las conductas deben ser reiterativas para que sean motivo de denuncia y que seguimos sin tener sanciones claras frente a los actos de acoso que no se presentan en el espacio de trabajo.
Seamos claras, que los mecanismos de denuncia, protección y sanción se quedan cortos, que estos actos continúan siendo normalizados y obviados, que es difícil reunir evidencias para denunciar o que hay que exponer tu cuerpo y dignidad para hacerlo, que muchas veces tus compañeros y compañeras no te apoyarán en tu denuncia, que el acosador puede estar blindado por sus influencias políticas y económicas. Que vaya mierda de sistema este que nos sigue dejando solas.
Y ahí está la respuesta, no podemos continuar solas, debemos apoyarnos en otras mujeres y colectivas, hay iniciativas autogestionadas donde junto con otras mujeres puedes aprender autodefensa o tu misma puedes crear escenarios para aprender a defenderte, hay grupos de apoyo donde pulir tu discurso empoderante y ver que no eres culpable y ayudar a otras a que no se sientan culpables, también se pueden gestar acciones de boicot, denuncia pública y visibilización social de la situación, dejar en evidencia al acosador, esto sirve para protegerte y proteger a otras, para tomar medidas que te permitan creerte eso de que tu cuerpo de verdad es tuyo y que no aceptaras, ni te someterás a ningún abuso.

Comentários